lunes, 19 de diciembre de 2016

TOBÍAS. ÍNDICE.

TOBÍAS. CAPÍTULO 14.

141(Fin de la acción de gracias de Tobit).
2Tobit descansó en paz a los ciento doce años, y recibió honrosa sepultura en Nínive. A los sesenta y dos años quedó ciego, y después de recobrar la vista vivió prósperamente y haciendo limosnas, bendiciendo a Dios y proclamando su grandeza.
3Próximo a la muerte, llamó a su hijo, Tobías, y le hizo estas recomendaciones:
4-Hijo, lleva a tus hijos corriendo a Media. Porque yo me fío del oráculo divino que pronunció el profeta Nahún contra Nínive; todo eso se cumplirá y le sucederá a Asiria y Nínive. Se cumplirá todo lo que dijeron los profetas de Israel enviados por Dios, sin que falle una profecía; todo sucerá a su tiempo, y en Media se estará más seguro que en Asiria o en Babilonia. Lo sé y estoy convencido: todo lo que dijo Dios sucederá y se cumplirá sin que falle un oráculo. Y nuestros hermanos que viven en tierra de Israel serán dispersados y deportados de aquella tierra buena, y todo Israel quedará desierto; Samaría y Jerusalén quedarán desiertas, y el templo será pasto del fuego y quedará algún tiempo en estado lamentable. 5Pero Dios se apiadará nuevamente de ellos, y los devolverá a la tierra de Israel. Reconstruirán el templo, no como la primera vez, hasta que llegue el tiempo prefijado. Después volverán del destierro, reconstruirán Jerusalén espléndidamente y reconstruirán el templo como lo aunciaron los profetas de Israel. 6Y todas las naciones de la tierra se convertirán y temerán a Dios sinceramente; arrojarán los ídolos, que los han engañado con mentiras, y bendecirán como es justo al Dios de los siglos.
7>>Todos los israelitas que se salven aquellos días, acordándose sinceramente de Dios, se reunirán e irán a Jerusalén, recibirán la tierra de Abrahán y la habitarán para siempre con seguridad. Los que aman sinceramente al Señor se alegrarán, pero los pecadores e injustos serán borrados de la tierra.
8>>Y ahora, hijos, os encargo que sirváis sinceramente al Señor y hagáis lo que le agrada. 9Obligad a vuestros hijos a practicar la limosna y las obras de caridad; que se acuerden del Señor y bendigan sinceramente su nombre en todo momento con todas sus fuerzas. 10Tú, hijo, sal de Nínive, no te quedes aquí. El día que entierres a tu madre conmigo, ese mismo día no duermas en este territorio. Porque veo en él mucha injusticia, mucho engaño, y que no se arrepienten. Ya ves, hijo, lo que Nadab le hizo a Ajicar, que lo había criado: ¡lo encerrí vivo en un sepulcro! Pero Dios lo cubrió de desprecio ante su misma víctima, y Ajicar salió a la luz mientras que Nadab marchó a la eterna tiniebla por haber intentado matar a Ajicar. Por sus limosnas se libró Ajicar. Por sus limonsas se libró Ajicar de la red mortal que le había tendido Nadab, y Nadab cayó en la red mortal y pereció. 11Así que, hijos, ved cuáles son los frutos de la limosna y cuáles los de la injusticia, que mata. Pero ya me va faltando el aliento>>.
Lo tendieron en la cama y murió.
12Cuando murió su madre, Tobías la enterró junto a su padre. Luego marchó a Media con su mujer, y se establecieron en Ecbatana, con su suegro, Ragüel.
13Tobías atendió a sus suegros en su vez, los seputó en Ecbatana de Media, y así heredó los bienes de Ragüel y los de su padre, Tobit.
14Murió, muy estimado,  a la edad de ciento diecisiete años. 15Antes de morir fue testigo de la caída de Nínive, y vio a sus habitantes desterrados en la deportación que hizo Ciaxares, rey de Media. Bendijo al Señor por el castigo de los ninivitas y asirios. Antes de morir pudo alegrarse por la desgracia de Nínive, y bendijo al Señor por los siglos de los siglos.

Explicación.

14 El capítulo final comienza con la muerte de Tobit y luego da marcha atrás. Alguien, el autor o un sucesor, no acertaba a desprenderse del personaje y le concedió otro capítulo narrativamente inútil. Tobit toma la palabra para un segundo testamento de buenos consejos. Más importante, Tobit recibe el don de profecía antes de morir, como Moisés. El pasado del autor se presenta como futuro del personaje (como en Dn): la historia se transforma en profecía.
14,1 Ocho años menos que Moisés (Dt 34,7). La diáspora está aceptada, la sepultura en tierra extranjera no se considera una desgracia; compárese con Jr 22,12. Síntesis de una vida ejemplar: a Dios la bendición, al prójimo la limosna (cfr. Job 1,1.8; 2,3).

14,4-7 Los datos en esquema:

a) Profecía de Asiria y Nínive, sobre Asiria y Babilonia.

b) Profecía sobre Samaría y Jerusalén; dispersión del pueblo.

c) Retorno, reconstrucción de ciudad y templo.

d) Conversión de paganos y retorno de la diáspora.

e) Juicio definitivo de buenos y malos.

De la historia pasada se salta a la escatología anunciada o esperada. Los apartados a) y b) marcan dos líneas paralelas. Es curiosa la preponderancia concedida a Media, que no corresponde a la realidad histórica. También es extraña la ausencia de los persas, artífices del retorno. La profecía no baja hasta Alejandro y sus sucesores; (pero "Asiria" puede representar en cifra a la Siria de los seléucidas).

Con la reconstrucción del templo termina una gran etapa histórica. La etapa escatológica es, por necesidad, más genérica. Tocará a Dios, en un juicio, establecer la separación definitiva.

14,4 La versión AB cita a Jonás, en vez de Nahún; pero sólo retiene una frase, "será arrasada". El cumplimiento de las profecías es tema frecuente de Isaías Segundo (p. ej. 40,8; 41,4, 4.22-27; 44,7 etc).

14,5 Las dos versiones hablan de una reconstrucción del templo: una modesta, otra definitiva, según las profecías (cfr. Ag 2,1-9). Si son añadidas, estas líneas podrían referirse a la reconstrucción de Simeón (Eclo 50,1-4) o de Judas Macabeo (1 Mac 4,36-50).

14,6 Una cosa es rendir vasallaje y enviar dones también a un Dios extranjero, otra cosa la conversión total de la idolatría al Dios verdadero. AB usa Kyrion (= Yhwh), S usa Theon. La destrucción de los ídolos (Is 2,20) muestra que se trata de conversión sincera al monoteísmo. Para una comparación, pueden verse textos proféticos: Is 2,1-5; Sof 3,9; Zac 14,16; comparados con Is 2,1-5; Sof 3,9; Zac 14,16; comparados con is 19,21-25; 56,6-8; 66,18-19.

14,7 Segundo retorno, de la diáspora: Is 27,12-13; 66,20; Zac 8,8. Juicio de separación: Is 65,8-16; 66,6.15. "Serán borrados": cfr. Sal 104,35.

14,8-9 En los consejos se añade la institución y trasmisión hereditaria; algo así como la misión de Abrahán (Gn 18,19). En el texto, antítesis de limosna es injusticia. La evolución semántica facilita la oposición, ya que sedaqa = justicia llega a significar eleemosyne = limosna. El que es generoso en las limosnas, abunda en justicia; el injusto no hace limosna, a lo más restituye. "No se arrepienten": contra Jonás. Sólo que Nínive puede representar a otras capitales.

14,10 Último recurso artificial a la historia de Ajicar.

14,11 Muerte patriarcal (Gn 49,33).

14,12 Cumpliendo el encargo de 4,4.

14,13 La Vulgata añade que "conoció a los descendientes hasta la quinta generación".

14,15 Este gozo final por el castigo del enemigo tiene antecedetnes: Sal 59,11-12; 137,8; 149,9 etc. En tal castigo se cumple la profecía de Dios y se ejecuta su sentencia justa.

TOBÍAS. CAPÍTULO 13.

Cántico de Tobit (Texto S) 

131Tobit dijo:
2Bendito sea Dios, que vive
eternamente, y su reinado.
Él azota y se compadece:
Hunde en el Abismo,
hasta lo hondo de la tierra
y levanta de la gran Destrucción.
Nadie escapa de su mano.
3Confesaos a él, israelitas,
ante los paganos,
pues él nos dispersó entre ellos.
4Allí os mostró él su grandeza.
Ensalzadlo ante todo viviente,
porque él es nuestro Señor,
él es nuestro Dios,
él es nuestro Padre, él es Dios
eternamente.
5Os azotará por vuestros delitos,
de todos se compadecerá,
entre todos los paganos
por donde nos dispersó.
6Si os convertís a él de todo corazón
y con toda el alma, siendo
sinceros con él,
entonces él se convertirá a vosotros
y no volverá a ocultaros su rostro.
7Ahora mirad cómo os ha tratado
y confesaos a él a boca llena.
Bendecid al Señor de la justicia
y ensalzad al Rey de los siglos.
8Yo le doy gracias
en mi país de destierro,
anuncio su grandeza y su poder
a un pueblo pecador.
¡Convertíos, pecadores, obrad
rectamente en su presencia!
Quizá querrá acogeros  y tendrá
compasión de vosotros.
9Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo,
y me alegraré de su grandeza.
10Que todos lo alaben
y le den grancias en Jerusalén.
Jerusalén, ciudad santa, él te
castigó por las obras de tus hijos,
pero volverá a apiadarse
del pueblo justo.
11Será reconstruida con gozo
tu tienda
12alegrando en ti a todos los desterrados
amando en ti a todos los desgraciados
por todas las generaciones
de los siglos.
Una luz resplandeciente brillará
hasta los confines del orbe.
13Vendrán a ti de lejos muchos pueblos
habitantes de los confines del orbe,
por tu nombre santo,
trayendo en sus manos dones
al Rey del cielo.
Generaciones sin fin
cantarán vítores en tu recinto
y el nombre de la elegida durará
por generaciones seculares.
14Malditos los que te hablen 
con dureza,
malditos los que te arruinen
los que derriben tus muros,
derruyan tus torres
e incendien tus casas.
Benditos para siempre 
los que te respetan.
15Saldrás entonces con júbilo
al encuentro de los hijos de los justos
porque todos se reunirán para
bendecir al Señor del mundo.
Dichosos los que te aman,
dichosos los que se alegren de tu paz.
16Dichosos los que se aflijan
por tus castigos
porque se alegrarán contigo
y verán todo tu gozo perpetuo.
Bendice, alma mía,
al Señor magnífico,
17porque Jerusalén será reconstruida
y en la ciudad su casa
por todos los siglos.
Seré dichoso si el resto de mi
descendencia
llega a ver tu gloria
y a confesar al Rey de cielo.
Las puertas de Jerusalén
serán reconstruidas
con zafiros y esmeraldas,
y con piedras preciosas
sus murallas.
Las torres de Jerusaléns erán
construidas con oro
y sus baluartes con oro puro,
las plazas de Jerusalén
serán pavimentadas
con azabache y piedra de Sufir.
18Las puertas de Jerusalén
entonarán cantos de júbilo
y todas sus casas dirán ¡Aleluya!
bendito el Dios de Israel.
Los bendecidos bendecirán
el santo nombre
por siempre jamás.

Cántico de Tobit (Texto AB) 

131Tobías escribió la plegaria de júbilo y dijo:
(1)  2Bendito sea Dios, que vive
eternamente, y su reinado.
Él azota y se compadece
hunde en el Abismo y levanta.
(5)  Nadie escapa de su mano 
3Confesaos a él, israelitas,
ante los paganos,
pues él nos dispersó entre ellos.
4Mostrad allí su grandeza,
ensalzadlo ante todo viviente.
(10)  Porque él es nuestro Señor y Dios,
nuestro Padre eternamente.
5Nos azotará por nuestros delitos,
de nuevo se compadecerá,
y nos reunirá entre los paganos
por donde nos dispersó.
6Si os convertís a él de todo corazón.
(15)  y con toda el alma,
siendo sinceros con él,
entonces él se convertirá a
vosotros y no os ocultará su rostro.
7Mirad cómo os va a tratar
y confesaos a él a boca llena.
(20)  Bendecid al Señor de la justicia /
me confieso a él:
y ensalzad al Rey de los siglos.
8Yo en mi destierro
muestro su poder y grandeza
a un pueblo pecador:
Convertíos, pecadores,
obrad rectamente en su presencia.
Quizá os querrá
y os tratará con compasión.
(25)  9Ensalzaré al Señor, mi alma al
Rey del cielo
y celebraré su grandeza.
10Digan todos, confesándose a él
en Jerusalén:
¡Jerusalén, ciudad santa!
te azotará por las acciones de tus hijos
(30)  y de nuevo se compadecerá de los 
hijos de los justos.
11Confiésate bien al Señor,
alaba al Rey de los siglos
(32)  para que sea reconstruida en ti
con gozo su tienda
12alegrando en ti
a todos los desterrados,
amando en ti a todos los desgraciados
(35)  por todas las generaciones,
de los siglos.
13Vendrán a ti de lejos
muchos pueblos
por el nombre del Señor tu Dios
(40)  trayendo en sus manos dones,
dones al Rey del cielo.
Generaciones sin fin te cantarán
vítores.
(45)  14Malditos los que te odian.
Benditos para siempre los
que te aman.
15Alégrate con júbilo
(50)  por los hijos de los justos,
porque se reunirán para bendecir
al Señor de los justos.
Dichosos los que te aman,
se alegrarán de tu paz.
16Dichosos los que se afligieron
por tus castigos
(55)  porque gozarán contigo
al ver tu gloria
y disfrutarán perpetuamente.
Bendice, alma mía, al Dios magnífico,
17porque Jerusalén será reconstruida
(60) con zafiros y esmeraldas
y con piedras preciosas
(65)  tus murallas
las torres y baluartes
con oro puro.
Las plazas de Jerusalén serán 
pavimentadas
con berilo y azabache
y piedra de Sufir.
(70)  18Todas sus calles dirán ¡Aleluya!
y alabarán diciendo:
Bendito Dios que ensalzó
todos los siglos.

Explicación.

Varias veces ha invitado Rafael a bendecir al Señor por sus beneficios. Este capítulo es la respuesta de Tobit a la invitación angélica. Tal es su función en el relato. Al mismo tiempo sirve para hacer reflexiones teológicas en un libro didáctico. Como en los consejos del cap. 4, también aquí las versiones difieren tanto, que es mejor presentarlas aparte, sin combinarlas enun tercer texto. Este capítulo presenta problemas particulares.
a) Las dos versiones presentan divergencias notables, no reductibles a un texto único. El traductor no ha sabido interpretar aspectos verbales del hebreo.

b) La oración de Tobit, en la versión S, está compuesta de una plegaria penitencial, al estilo de las postexílicas (Esd 9; Neh 9; Dn 3 y 9; Bar 1,15-3.8), y de un himno escatológico a Jerusalén, al estilo de Is 54 y 60. Jerusalén es, en la versión AB, el lugar donde se pronuncia la plegaria penitencial (cfr. Baruc 1).

c) Las dos partes encajan con dificultad en el relato. Si Tobit iba en peregrinación a Jerusalén (1,7), podemos imaginar que participaba en la fiesta de la expiación (Lv 16); la confesión de pecados valdría en nombre de los desterrados de su tribu. La reconstrucción espléndida de Jerusalén desborda el relato. Una vez que entra y se acepta el texto, los personajes crecen en volumen y trascendencia.

13,1 La introducción de S es escueta; la nota de AB "cum iubilo" es desconcertante: agalliasis suele traducirse en el salterio la raíz mn. 

13,2-7 La oración penitencial en la versión S. Incluye: alabanza (como Sal 106,1-2), el principio del castigo y el perdón, invitación a la conversión interior y la confesión oral. Las repeticiones dan a la pieza forma de rondó: alabanza - castigo y perdón - confesión - alabanza - castigo y perdón - conversión - alabanza.

13,3 El verbo griego corresponde probablemente a un hebreo hodu o hitwaddu.

13,2-10 La oración penitencial en la versión AB. Los componentes son los mismos, pero la confesión se articula en sujetos y lugares: yo - vosotros - el pueblo, en el destierro - en Jerusalén. El esquema es más complejo.
13,2 Es el principio del perdón porque: Dios controla desgracia y favor, muerte y vida, Dios usa la desgracia como castigo en orden a la misericordia (cfr. 1 Sm 2,6; Sab 16,13-14.

13,3 Confesando la propia culpa, el pueblo justifica el castigo de Dios. El Señor ha demostrado su poder dispersando, su santidad castigando. Lo explica Ez 36,16-23: lo que a primera vista parece impotencia del Dios de Israel, en un segundo momento aparece como revelación de su santidad exigente.

13,4 El destierro se vuelve además ocasión para manifestar el nombre del Señor a un pueblo pagano. Israel, tentado a cerrarse, a tomar a su Dios como monopolio o privilegio, es forzado a salir y realizar su destino de mediador religioso.

"Nuestro Padre" es título que se lee en Is 63,16; 64,7; cfr. Ex 4,22-23. Según Sal 103,13, la paternidad implica comprensión y compasión.

13,5 Sospecho un original "os azotó" aludiendo al destierro. El cual, aceptado como castigo, lleva a la conversión y así resulta mal que por bien vino. "Reunir a los dispersos": Jr 23,3; Ez 36,24.

13,6 Véanse Jr 24,7 "de todo corazón" y 15,19 "si te conviertes, se convertirá".

13,7 "El Señor de la justicia" es predicado de la parte inocente en el pleito, según Sal 51,6 y las oraciones penitenciales.

13,8 Comienza la sección propia de AB. Tobit confiesa primero en nombre propio; después invita a "un pueblo pecador", es decir, a sus compatriotas desterrados (cap. 1-2). No creo que se refiera a los ninivitas, según la versión de Jonás.

13,10 También los que han quedado en Jerusalén o han vuelto a la ciudad santa (Is 48,2; 52,1; Neh 11,1.28) tienen que confesar sus pecados (Bar 1,3-4). Jerusalén fue destruida ciento treinta y cinco años después de la deportación de las tribus septentrionales.

"Por las acciones de tus hijos": ¿Considera inocente la ciudad, culpable a los hijos solos? (como bar 4,12). En todos los antecedentes, Jerusalén aparece como culpable (Is 51,13.17; 54,8; Lam 1-2).

13,11-18 El texto de S es más amplio en esta sección. El tema central es la reconstrucción de Jerusalén con su templo. Será centro universal y perpetuo. En el espacio: acudirán a ella judíos y paganos (cfr. Is 2,2-5). En el tiempo: será perpetua, la verán los descendientes. Se pronuncian bendiciones, maldiciones, macarismos y suenan coros de alabanza. El material está distribuido irregularmente. El texto se inspira en Is 51-66 y es paralelo de la tercera sección de Baruc.

13,11 "Tienda" es designación venerable del templo, y también de la ciudad (Is 33,20; 54,2; Jr 10,20). Para el tema del gozo véanse Is 65,18; 66,14; Sof 3,14. "Luz resplandeciente": variante de Is 60,5-7.

13,13 "El nombre de la Elegida" o "el nombre La Elegida": cfr. Is 52,4.12; 1,26. "Durará": cfr. "con misericordia eterna te quiero" Is 54,8.

13,14 "Malditos": en línea con tantos oráculos contra pueblos paganos: Is 54,15-17; Miq 7,10; Zac 14,12; Lam 4,21-22; Bar 4,31.

13,15 La imagen de la matrona "saliendo al encuentro" de los repatriados es original. En textos semejantes ella espera, otea, divisa: Is 60,4.9; Bar 4,36-37.

13,16 Compartir la alegría, como Is 66,10. "De tu paz": recordando el saludo clásico (Sal 122).

13,16c-18 Tras nueva introducción, pasa a describir la reconstrucción, enumerando siete componentes. Véanse Sal 51,20-21; Is 49,17; 61,4; los materiales preciosos: Is 54,11-12.

13,17 "Mi descendencia": Sal 102,19-29.

13,18 En el coro final se juntan la ciudad material y sus vecinos (cfr. Is 52,9).

TOBÍAS. CAPÍTULO 12.

Rafael

121Cuando acabaron los festejos de la boda, Tobit llamó a Tobías y le recordó:
-Hijo, a ver si le pagas a tu compañero. Y dale una buea propina.
2Tobías respondió:
-Padre, ¿cuánto le doy? No salgo perdiendo ni aunque le dé la mitad de los bienes que trajo conmigo. 3Me ha guiado sin que me pasara nada malo, curó a mi mujer, trajo el dinero conmigo y te curó a ti. ¿Cuándo le doy?
4Tobit dijo:
-Hijo, bien se merece la mitad de todo lo que ha traído.
5Así es que lo llamó y le dijo:
-Como paga, toma la mitad de todo lo que has traído, y vete en paz.
6Entonces Rafael llamó aparte a los dos y les dijo:
-Bendecid a Dios y proclamad ante todos los vivientes los beneficios que os ha hecho, para que todos canten himnos en su honor. Manifestad a todos las obras del Señor como él se merece, y no seáis negligentes en darle gracias. 7Si el secreto del rey hay que guardarlo, las obras de Dios hay que publicarlas y proclamarlas como se merecen. Obrad bien, y no os vendrá ninguna desgracia. 8Más vale la oración sincera y la limosna generosa que la riqueza adquirida injustamente. Más vale hacer limosnas que atesorar dinero. 9La limosna libra de la muerte y expía el pecado. Los que hacen limosnas se saciarán de vida. 10Los pecadores y los malhechores son enemigos de sí mismos. 11Os descubriré toda la verdad sin ocultaros nada. Ya os dije que si el secreto del rey hay que guardarlo, las obras de Dios hay que publicarlas como se merecen. 12Pues bien, cuando Sara y tú estabais rezando, yo presentaba al Señor de la gloria el memorial de tu oración. Lo mismo cuando enterrabas a los muertos. 13Y cuando te levantaste de la mesa sin dudar, y dejaste la comida para ir a enterrar a aquel muerto, Dios me envió para probarte; 14pero me ha enviado de nuevo para curarte a ti y a tu nuera, Sara. 15Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están al servicio de Dios y tienen acceso ante el Señor de la gloria.
16Los dos hombres se asustaron y cayeron rostro en tierra, temerosos.
17Rafael les dijo:
18-No temáis. ¡Paz! Bendecid a Dios siempre. Mi presencia entre vosotros no se ha debido a mí, sino a la voluntad de Dios. Bendecidlo siempre y cantadle himnos. 19Aunque me veíais comer, no comía; era pura apariencia. 20Así, pues, bendecid al Señor en la tierra, dad gracias a Dios. Yo subo ahora al que me envió. Vosotros escribid todo lo que os ha ocurrido.
21El ángel desapareció. Cuando se pusieron en  pie, ya no lo vieron. 22Entonces bendijeron y cantaron a Dios, dándole gracias por aquellas maravillas que hizo, porque se les había aparecido un ángel de Dios.

Explicación.

12,6-22 Anagnórisis o reconocimiento del ángel. Es recurso de textos literarios en los que los dioses se dan a conocer después de haber puesto a prueba a los mortales (recuérdese Jue 13). Suele ser un momento impresionante, de alivio y resolución. No sucede aquí, porque todo quedó explicado de antemano.
Da la impresión de que el texto está estratificado con adiciones o ampliaciones de dos tipos. El autor o alguien después ha aprovechado el momento para instruir. El relato escueto podría discurrir así:

12,8a Invitación a bendecir y dar gracias a Dios;

12,15 Rafael se identifica como ángel;

12,16 Los hombres se asustan ante la presencia sobrehumana.

12,17 El ángel los tranquiliza.

12,21 Y desaparece.

12,22 Los hombres alaban a Dios.

Hágase la lectura seguida y se obtendrá una exposición lineal sin tropiezos.
En ese hilo narrativo se han ensartado dos piezas: una ética, de consejos, otra teológica, de explicación sobre los ángeles. La primera queda definida por los versos 7a y 11a. La segunda se reparte antes y después de la identificación, 12-14 y 19-20.

Los consejos se concentran en la limosna. Son la sanción angélica de los consejos paternos. El estilo es sapiencial. El ángel es miembro de la corte celeste, dispuesto a cumplir las órdenes de Dios. Es mediador que presenta a Dios las oraciones y buenas obras de los  hombres.

12,6 La divulgación agradecida es tema tradicional de los salmos: p. ej. 18,50; 22,23; 66,16; 73,28; 145,4.7.

12,7 Compárese con Prov 25,1-2.

12,8 Cfr. Prov 10,2; Eclo 29,8-13; 40,17.

12,12 En la gran oración de Salomón al inaugurar el templo (1 Re 8) se dice que el Señor escucha directamente las súplicas de los fieles; del mismo modo piensan y hablan los salmos. Un mediador que presente a Dios las oraciones podría remontarse vagamente a la visión de Jacob (Gn 28).

12,13 Más aún se puede decir de las buenas obras. Aun contando con la inspección angélica de Gn 18-19.

12,15 El cielo es como la corte de un soberano con sus cortesanos. Destaca un consejo de siete ministros que tienen acceso al soberano y están a su disposición para encargos especiales. En un tiempo esos ministros eran bene ´elim o bene ´elohim (Sal 29; 82). Más tarde toman forman diversas: 1 Re 22,19; Job 1,6; 2,1; 4,18; 15; Zac 3,1-3.

12,16 Como en Jue 13,20-23.

12,19 En Gn 18 los tres visitantes celestes aceptan sin cumplidos el banquete que les ofrece Abrahán. En Jue 6,20-21 la comida preparada por Gedeón es consumida por el fuego celeste; en Jue 13,16 el ángel rehúsa probar comida. ¿Qué versión se debe preferir? El relato supone que Rafael ha participado en varios banquetes: ¿cómo hay que entenderlo? El autor o un discípulo escrupuloso aclara la cuestión: aparentaba comer.

12,20 Buen recurso del autor, para acreditar su obra, decir que la ha escrito por encargo de su ángel.

TOBÍAS. CAPÍTULO 11.

Curación de Tobit 

111-2Cuando estaban cerca de Caserín, frente a Nínive, dijo a Rafael:
3-Tú sabes en qué situación quedó tu padre. Vamos a adelantarnos a tu mujer y preparar la casa en lo que llegan los demás.
4Caminaron los dos juntos, y Rafael le dijo:
-Ten a mano la hiel.
(El perro fue detrás de ellos).
5Ana estaba sentada, oteando el camino por donde tenía que llegar su hijo. 6Tuvo el presentimiento de que llegaba, y dijo al padre:
-Mira, viene tu hijo con su compañero.
7Rafael dijo a Tobías antes de llegar a casa:
8-Estoy seguro de que tu padre recuperará la vista. Úntale los ojos con la hiel del pez; el remedio hará que las nubes de los ojos se contraigan y se le desprendan. Tu padre recobrará la vista y verá la luz.
9Ana fue corriendo a arrojarse al cuello de su hijo, diciéndole:
-Te veo, hijo, ya puedo morirme.
Y se echó a llorar.
10Tobit se puso en pie, y, tropezando, salió por la puerta del patio. 11Tobías fue hacia él con la hiel del pez en la mano; le sopló en los ojos, le agarró la mano y le dijo:
-Ánimo, padre.
12Le echó el remedio, se lo aplicó y luego con las dos manos le quitó como una piel de los lagrimales. 13Tobit se le arrojó al cuello, llorando, mientras decía:
-Te veo, hijo, luz de mis ojos.
14Luego añadió:
<<Bendito sea Dios,
bendito sea su gran nombre,
benditos todos sus ángeles
por siempre.
Que su nombre glorioso
nos proteja,
porque si antes me castigó
ahora veo a mi hijo. Tobías.
15Tobías entró en casa contento y bendiciendo a Dios a voz en cuello. Luego le contó a su padre lo bien que les había salido el viaje: traía el dinero y se había casado con Sara, la hija de Ragüel:
-Está ya cerca, a las puertas de Nínive.
16Tobit salió al encuentro de su nuera, hacia las puertas de Nínive. Iba contento y bendiciendo a Dios, y los ninivitas, al verlo caminar con paso firme y sin ningún lazarillo, se sorprendían. Tobit les confesaba abiertamente que Dios había tenido misericordia y le había devuelto la vista. 17Cuando llegó cerca de Sara, mujer de su hijo, Tobías, le echó está bendición:
-¡Bienvenida, hija! Bendito sea tu Dios, que te ha traído aquí. Bendito sea tu padre, bendito mi hijo, Tobías, y bendita tú, hija. ¡Bienvenida a ésta tu casa! Que goces de alegría y bienestar. Entra, hija.
18Todos los judíos de Nínive celebraron aquel día una gran fiesta, 19y Ajicar y Nadab, los sobrinos de Tobit, fueron a casa de Tobit a darle la enhorabuena.

Explicación.

11 En el momento de los encuentros, el narrador responsable estrecha el ritmo del montaje, pasando de un punto a otro a medida que se acercan los personajes. En esquema quedaría así:
11, 1-4 Rafael y Tobías.

11, 5-6 Ana y Tobit.

11,7-8 Rafael y Tobías.

11,9 Ana y Tobit.

11,10 Tobit.

11,11-14 Tobías y Tobit. Pausa.

11,15 Tobías entra en casa.

11,16 Tobit sale.

11,17 Tobit y Sara.

11,18-19 Fiesta Coral.

 Los cambios de parejas dan unpoco de variedad. La curación de la ceguera debería ser el segundo momento culminante. Rafael encarga al joven la ejecución.

11,4 La reaparición del perro nos devuelve mentalmente al momento de la partida (6,1). No faltaron comentaristas que vieron en el perro una imagen del predicador del evangelio, portador de la buena noticia. Particularmente, teniendo en cuenta la versión de la Vulgata que retrasa ese detalle y se complace en describirlo.

11,8 "Verá la luz" hace eco a 3,17.

11,10 La Vulgata amplifica con detalles acertados el encuentro.

11,12 La Vulgata amplifica el proceso de la curación. El paralelismo de las medicinas invita a la reflexión. Dos remedios sacados del mismo pez ahuyentan un demonio maléfico y el velo de la ceguera. El demonio atenta contra la vida, la ceguera es como muerte en vida (5,10). El hombre no debe sucumbir a sus demonios ni a sus debilidades, cuando hay remedios para librarse de ambos. Ni magia ni milagro. Lo único extraordinario es el saber sobrehumano que el ángel comunica a los fieles de Dios. Ben Sira sale por los fueros de los médicos (Eclo 38,1-8). El ángel se ha escondido para revelar los remedios, después ha exigido la colaboración del hombre. Esto lo ha aprendido Tobías en su viaje. El dinero depositado durante veinte años ha servido para poner en marcha los descubrimientos. El dinero no es más que dinero, vale más el hijo (5,19). Pero el hijo valdrá más cuando haya aprendido y sepa hacer algo más que estar cerca consolando.

11,13 "Luz de mis ojos": la expresión (10,5) suena ahora con acento triunfal.

11,14 Tradicionalmente los ángeles son invitados a bendecir a Dios (Sal 103,20; 148,2). Bendecir a los ángeles es una anomalía o una singularidad del narrador. Tobit bendice a los ángeles sin saber todavía quién es Rafael. "Nos proteja" o "esté sobre nosotros" (cfr. Nm 6,27).

11,19 La presencia de Ajicar y Nadab es artificial y queda al margen del relato.

TOBÍAS. CAPÍTULO 10.

La vuelta a casa.

101Por su parte, Tobit iba contando, uno por uno, los días del viaje de Tobías, la ida y la vuelta. Pero pasó el tiempo sin que su hijo volviera, 2y pensó: <<¡Ha tenido allí algún contratiempo! A lo mejor ha muerto Gabael y no le da nadie el dinero>>. 3Y empezó a preocuparse.
4Su mujer, Ana, decía:
-Mi hijo ha muerto. Mi hijo ya no vive.
Y empezó a llorar y a lamentarse por él:
5-¡Ay de mí, hijo! ¡Te dejé marchar, y tú eras la luz de mis ojos!
6Tobit le reñía:
-Calla, no te preocupes, mujer. Está sano y salvo. Habrá tenido allí mucho que hacer. Su compañero es de confianza, es uno de los nuestros. No te aflijas por él, mujer, llegará en seguida.
7Pero ella repuso:
-Calla, déjame, no intentes engañarme. Mi hijo ha muerto.
Y todos los días iba a otear el camino por donde había marchado su hijo, porque no creía a nadie. Y cuando se ponía el sol entraba en casa, lamentándose, y se pasaba la noche llorando, sin poder dormir.
8Cuando pasaron los catorce días de fiesta que Ragüel había jurado hacer a su hija por la boda. Tobías fue a decirle:
-Déjame marchar, porque estoy seguro que mi padre y mi madre piensan que no volverán a verme. Te ruego, padre, que me dejes marchar a mi casa. Ya te dije en qué situación los dejé.
9Ragüel respondió:
-Quédate, hijo, quédate conmigo. Yo mandaré un correo a tu padre, Tobit, con noticias tuyas. 
Pero Tobías repuso:
-No, no. Por favor, déjame volver a mi casa.
10Entonces Ragüel, sin más, entregó a Tobías su mujer, Sara, y la mitad de sus bienes, criados y criadas, vacas y ovejas, burros y camellos, ropa, dinero y vajilla. 11Los despidió sanos y salvos, diciéndole a Tobías:
-Salud, hijo. Que tengas buen viaje. El Señor del cielo os guíe, a ti y a tu mujer, Sara. A ver si antes de morirme puedo ver a vuestros hijos.
12Luego dijo a su hija, Sara:
-Ve a casa de tu suegro. Desde ahora ellos son tus padres, como los que te hemos dado la vida.* 14c¡Ojalá puedas honrarlos mientras vivan! Vete en paz, hija. A ver si mientras vivo no oigo más que buenas noticias tuyas.
Los abrazó y les dejó marchar.
13Edna se despidió de Tobías:
-Hijo y pariente querido, que el Señor te lleve a casa. A ver si antes de morirme puedo ver a vuestros hijos. Delante de Dios te confío a mi hija, Sara. No la disgustes nunca. Anda en paz, hijo.Desde ahora yo soy tu madre y Sara tu hermana. ¡Ojalá viviéramos todos juntos toda la vida!
Los besó y los despidió sanos y salvos.
14Así marchó Tobías de casa de Ragüel, sano y salvo, alegre y alabando al Señor del cielo y tierra, rey del universo, por el éxito del viaje.

Explicación.

10 Se adensan los paralelos con las narraciones patriarcales, en particular con la vuelta de Jacob a Canaán: despedida del suegro, viaje con la mujer y las posesiones, encuentro con ángeles. Al destino histórico de Jacob, padre de tribus, corresponde el destino de una familia de desterrados, y el ángel es su servidor doméstico. En cambio, falta el dramatismo, suplido con despedidas efusivas regadas con lágrimas. Retorna la técnica del montaje paralelo, pero sin doble oración. El joven, ya iniciado, toma la iniciativa.
10,1-7 La espera en casa de los padres se salva por el contaste entre ambos y por la incoherencia acertada de las reacciones. Tobit, internamente preocupado, intenta tranquilizarse tranquilizando a su esposa. Ella, después de afirmar que su hijo ha muerto, sigue saliendo a esperarlo. No llegan a compartir el dolor común y la común esperanza. Hay un momento estremecido, cuando la mujer, en presencia del marido ciego, llama a su hijo "luz de mis ojos". La Vulgata amplifica la escena.

10,9 "Un correo": en griego angelos, de doble sentido, en presencia de Rafael. Hay cosas que no puede hacer un mensajero: la mejor noticia para los padres es el hijo en persona.

10,11 Es desproporcionado el espacio concedido a las despedidas. La enseñanza edificante suplanta a la narración interesante.

10,12 El v.14c va detrás del v.12.

TOBÍAS. CAPÍTULO 9.

91Entonces Tobías llamó a Rafael, y le dijo:
2-Amigo Azarías, vete a Ragués con cuatro criados y dos camellos. 3Llégate a casa de Gabael, dale el recibo, carga el dinero y a él te lo traes a la boda. 4Ya sabes que mi padre estará contando los días, y basta que me retrase un día para darle un disgusto. Y ya ves que tampoco puedo quebrantar el juramento de Ragüel.
5Rafael marchó a Ragués de Media con los cuatro criados y los dos camellos, y se hospedaron en casa de Gabael. Rafael le entregó el recibo y le habló de Tobías, hijo de Tobit: que se había casado y que lo invitaba a la boda. Gabael contó inmediatamente los sacos precintados y los cargaron.
6De madrugada partieron juntos para ir a la boda. Al llegar a casa de Ragüel encontraron a Tobías sentado a la mesa. Se levantó y saludó a Gabael, que le echó la bendición entre lágrimas:
-¡Qué buen hijo de un padre excelente, honrado y caritativo! Que el Señor te bendiga con bendiciones del cielo, y también a tu mujer y a tus suegros. Bendito sea Dios, porque estoy viendo el vivo retrato de mi primo Tobit.

Explicación.

9 A partir de la boda, el relato avanza en movimiento anticlimático. El presente capítulo llena neutralmente el tiempo de los festejos nupciales. El asunto del dinero ha pasado a segundo plano.
¿Se soluciona nada más un asunto familiar, de dos hijos únicos? ¿Está en juego la continuidad de una tribu en Israel? (Véase la preocupación expresada en Jue 21,3.7). Las referencias patriarcales (4,12 AB), las alusiones, la mención reiterada de la tribu parecen indicar que la preocupación del autor era más ancha. En una familia ejemplar se jugaba el destino de una tribu. Por eso Tobías era "salvador" (6,18) y los dos jóvenes reciben la bendición de la fecundidad. Tobit tiene que transmitir a su hijo una herencia económica y una espiritual, que es la fidelidad al Señor y la observancia de la ley, condición y garantía para la supervivencia de la tribu. Hombres como Tobit, familias como la de Tobías y Sara salvarán en la diáspora la integridad del pueblo.

9,6 Puede compararse con la bendición de Isaac a Jacob (Gn 27).

TOBÍAS. CAPÍTULO 8.

81Al terminar la cena, decidieron irse a dormir, y acompañaron al muchacho hasta la habitación. 2Tobías recordó los consejos de Rafael; sacó de la alforja el hígado y el corazón del pez y los echó en el brasero del incienso. 3El olor del pez contuvo al demonio, que escapó hasta el confín de Egipto. Rafael lo persiguió al instante y lo sujetó allí, atándolo de pies y manos.
4Cuando Ragüel y Edna salieron, cerraron la puerta de la habitación. Tobías se levantó de la cama y dijo a Sara:
-Mujer, levántate, vamos a rezar pidiendo a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos proteja.
5Se levantó, y empezaron a rezar pidiendo a Dios que los protegiera. Rezó así:
<<Bendito eres,
Dios de nuestros padres,
y bendito tu nombre
por los siglos de los siglos.
Que te bendigan el cielo
y todas tus creaturas
por los siglos.
6Tú creaste a Adán,
y como ayuda y apoyo
creaste a su mujer, Evas:
de los dos nació 
la raza humana.
Tú dijiste: "No está bien
que el hombre esté solo,
voy a hacerle alguien como él
que le ayude".
7Si yo me caso
con esta prima mía
no busco satisfacer mi pasión,
sino que procedo lealmente.
Dígnate a apiadarte de ella
y de mí,
y haznos llegar juntos
a la vejez>>.
8Los dos dijeron:
-Amén, amén.
9Y durmieron aquella noche.
Ragüel se levantó, llamó a los criados y fueron a cavar una fosa; 10pues se dijo:
-No sea que haya muerto, y luego se rían y se burlen de nosotros.
11Cuando terminaron la fosa, Ragüel marchó a casa, llamó a su mujer 12y le dijo:
-Manda una criada que entre a ver si está vivo; porque si está muerto, lo enterramos, y así nadie se entera.
13Encendieron el candil, abrieron la puerta y mandaron dentro a la criada. Entró y encontró a los dos juntos, profundamente dormidos, 14y salió a decir:
-Está vivo, no ha ocurrido nada.
15Entonces Ragüel alabó al Dios del cielo:
<<Bendito eres, Dios,
digno de toda bendición
sincera.
Seas bendito por siempre.
16Bendito eres por el gozo
que me has dado:
no pasó lo que me temía,
sino que nos has tratado
según tu gran misericordia.
17Bendito eres
por haberte compadecido
de dos hijos únicos.
Sé misericordioso con ellos,
Señor, y protégelos;
haz que vivan hasta el fin
disfrutando
de tu misericordia>>.
18Ragüel mandó luego a sus criados que taparn la fosa antes del amanecer 19y a su mujer que hiciera una gran hornada. El se fue a la vacada, trajo dos bueyes y cuatro carneros, mando guisarlos y empezaron los preparativos. 20Después llamó a Tobías, y le dijo:
-Tú no te muevas de aquí en catorce días. Te quedas aquí comiendo y bebiendo en mi casa y haciendo feliz a mi hija, que bastante ha sufrido. 21Luego llévate la mitad de mis bienes, y vete enhorabuena a casa de tu padre. La otra mitad será veustra cuando muramos mi mujer y yo. Ánimo, hijo, yo soy tu padre y Edna tu madre; somos tuyos y de tu mujer, desde ahora para siempre. Ánimo hijo.

Explicación.

8 Asmodeo. ¿Qué relación particular tiene este demonio con la esfera sexual? En Babilonia, como hay divinidades propicias a estas relaciones, no faltan genios malignos que turban el coito, el placer del hombre, el parto de la mujer. Los más conocidos son Lilu y Lilitu. Asmodeo sería un heredero tardío de creencias semejantes. A no ser que sea fruto de una demonización de divinidades sexuales propicias. La actuación del demonio en el relato es gratuita y no explicada. Actúa como espíritu de muerte para los varones, de no fecundidad para la mujer. Sexo, vida y muerte van juntos.
Cabe una lectura crítica. El mundo de la sexualidad tiene sus demonios que pretenden sembrar la muerte en la esfera de la vida. Poderes inaferrables, ante los cuales sucumbe el hombre, víctima de terrores oscuros y ancestrales. "No les tengáis miedo, no intentéis hacéroslos propicios", parece insinuar el texto; son unos pobres demonios, que no resisten un remedio ni pueden medirse con un ángel.

¿No serán demonios que se inventa el hombre? Ligado al instinto de vida, el instinto de muerte no aclarado; represiones, tabúes persistentes. Al exorcizar al demonio Asmodeo con humo, el relato exorciza al lector de sus demonios. También podemos pensar en contagios que el hombre antiguo no sabe explicar, y los personifica (Sal 91). El AT no demoniza el sexo; los casos de esterilidad o muerte (Gn 38) se atribuyen a Dios.

La versión de AB habla de un demonio amante y celoso. La idea ha influido en especulaciones medievales sobre íncubos y súcubos, sobre comercio sexual de brujas con demonios. De la teoría se sacaron trágicas consecuencias. ¿No habría sido mejor exorcizar tales ideas con los rasgos burlescos de este libro?

8,1 La entrada de Tobías, acompañado de los suegros, en la alcoba fatídica, donde lo espera la esposa fascinadora y terrorífica, pudo ser un momento dramático. No lo es para el joven, armado de su remedio; ni para el lector, previamente informado por Rafael; pudo serlo para los padres, pero el narrador no lo explota.

8,2 Antes bien, todo se resuelve en un periquete. El sahumerio exorciza a Asmodeo. Casi como un insecticida, piensa el lector moderno burlándose y entreoyendo la burla del autor. Algunos teólogos medievales debatieron el efecto de un remedio material sobre un espíritu inmaterial.

8,3 El choque del demonio con el ángel pudo ser otro momento dramático (cfr. Ap 12). David expulsaba con música el "espíritu malo" de Saúl; el Sal 91 opone a epidemias personificadas la protección de ángeles. El confín de Egipto es lo más distante de Ecbatana que se puede imaginar; zona desértica, apata para habitación de demonios (Is 13,21; Mt 12,41). Se aplica a Rafael y Asmodeo la frase de Sal 35,6.

8,4 La Vulgata amplifica y menciona de nuevo el tema de las tres noches de continencia (cfr. 1 Tes 4,4-5).

8,5-7 La plegaria imita frases del salterio. El título "Dios de nuestros padres" encaja bien en el contexto, y aduce un horizonte patriarcal. Dios es Señor del universo y eterno. Cada matrimonio repite el misterio de la primera pareja, creada para mutua ayuda y fecundidad. La respuesta a los tabúes no es la licencia sexual, sino el discurrir en el cauce del designio divino. También aquí se enredaron los teólogos medievales discutiendo los fines del matrimonio. El griego opone porneia y aletheia, la Vulgata lujuria y deseo puro de prole.

8,9 Contradice la teoría de las tres noches.

8,10-21 Llegamos a la escena más original del libro, algo único en el AT. Es una secuencia de humor macabro que no desdeñaría Hitchcock. Es macabro por el tema; muerte y sepultura. Un tema que ya ha asomado repetidas veces. Enterrar a los muertos, especialmente a los padres, es deber (4,3); enterrar a un compatriota asesinado puede ser heróico (2,4-8) ¿Tocará a Tobías enterrar a sus padres o ser enterrado por su recién estrenado suegro? El humor se traduce además en ironía dramática que el narrador plantea y conduce hasta el desenlace. El presupuesto de la ironía dramática es que algún personaje ignora lo que otros, con el autor y el lector conocen. Rafael y Sara y Tobías saben, Ragüel y Edna ignoran. Una proyección en imágenes haría más ridícula la escena.

La construcción en montaje envolvente asegura la simultaneidad de acciones que no se tocan, produciendo una incongruencia divertida. En esquema.

8,9 Tobías se acuesta.

8,10-11 Ragüel abre la fosa.

8,12-13a Entra la criada en la alcoba.

8,13b Los encuentra dormidos.

8,14 Sale la criada a informar.

8,15 Ragüel cierra la fosa.

8,20 Tobías es despertado y se levanta.

Los contrastes son brutales, pero cómicos: cama y fosa, sueño feliz y muerte próxima, los criados cavando y la criada curioseando, sueño tranquilo del esposo y vigilia atormentada de los suegros. Todo ello amparado por la oscuridad nocturna.
8,10 Tiene miedo de que se rían quien está haciendo el ridículo.

8,12 "Que nadie se entere": ¿tampoco el guía ni los padres de él?

8,15 "Bendición pura": el adjetivo se aplica a una ofrenda (Mal 1,11) para definir un requisito de pureza cúltica. Dicho de una palabra, podría sugerir una actitud anterior (cfr. Prov 22,11).

8,16 "Lo que temía": al revés Job 3,25. "Misericordia": Sal 51,3; 69,14.17; 105,45.

8,19 El banquete en estilo patriarcal (Gn 18,7-8).

8,20 Véase Jue 19. Para compensar: Gn 25,67; Sal 90,15.

8,21 Tobías entra a formar parte de la nueva familia y de ese modo puede heredar toda la fortuna.

TOBÍAS. CAPÍTULO 7.

La boda de Sara 

71Al llegar a Ecbatana, le dijo Tobías:
-Amigo Azarías, llévame derecho a casa de nuestro pariente Ragüel.
El ángel lo llevó a casa de Ragüel. Lo encontraron sentado a la puerta del patio; se adelantaron a saludarlo, y él les contestó:
-Tanto gusto, amigos; bienvenidos.
2Luego los hizo entrar en casa, y dijo a su mujer, Edna:
-¡Cómo se parece este chico a mi pariente Tobit!
3Edna le preguntó:
-¿De dónde sois, amigos?
Respondieron:
-Somos de la tribu de Neftalí, deportados en Nínive.
4Ella siguió:
-¿Conocéis a nuestro pariente Tobit?
Respondieron:
-Sí.
-¿Qué tal está?
5Le dijeron:
-Vive, está bien.
Y Tobías dijo:
-Es mi padre.
6Entonces Ragüel dio un salto, lo besó, llorando, y le dijo:
-¡Hijo, bendito seas! Tienes un padre excelente. ¡Qué desgracia que haya quedado ciego un hombre tan honrado y que daba tantas limosnas!
Y abrazado al cuello de su pariente Tobías, siguió llorando.
7Edna, la esposa, y su hija, Sara, lloraban también. Ragüel los acogió cordialmente y mandó matar un carnero.
9Cuando se lavaron y bañaron, se pusieron a la mesa. Tobías dijo a Rafael:
-Amigo Azarías, dile a Ragüel ue me dé a mi pariente Sara.
10Ragüel lo oyó, y dijo al muchacho:
-Tú come y bebe y disfruta a gusto esta noche. Porque, amigo, sólo tú tienes derecho a casarte con mi hija, Sara, y yo tampoco puedo dársela a otro, porque tú eres el pariente más cercano. Pero, hijo, te voy a hablar con toda franqueza. 11Ya se la he dado en matrimonio a siete de mi familia, y todos murieron la noche en que iban a acercarse a ella. Pero bueno, hijo, tú come y bebe, que el Señor cuidará de vosotros.
12Tobías replicó:
-No comeré ni beberé mientras no dejes decidido este asunto mío.
Ragüel le dijo:
-Lo haré. Y te la daré como prescribe la Ley de Moisés. Dios mismo manda que te la entregue, y yo te la confío. A partir de hoy, para siempre, sois marido y mujer. Es tuya desde hoy para siempre. ¡El Señor del cielo os ayude esta noche, hijo, y os dé su gracia y su paz!
13Llamó a su hija, Sara. Cuando se presentó, Ragüel le tomó la mano y se la entregó a Tobías, con estas palabras:
-Recíbela conforme al derecho y a lo prescrito en la Ley de Moisés, que manda se te dé por esposa. Tómala y llévala enhorabuena a casa de tu padre. Que el Dios del cielo os dé paz y bienestar.
14Luego llamó a la madre, mandó traer papel y escribió el acta del matrimonio: <<Que se la entregaba como esposa conforme a lo prescrito en la Ley de Moisés>>. Después empezaron a cenar.
15Ragüel llamó a su mujer, Edna, y le dijo:
-Mujer, prepara la obra habitación, y llévala allí.
16Edna se fue a arreglar la habitación que le había dicho su marido. Llevó allí a su hija y lloró por ella. Luego, enjugándose las lágrimas, le dijo:
17-Ánimo, hija, Que el Dios del cielo cambie tu tristeza en gozo. Ánimo, hija.
Y salió.

Explicación.

7,1 Desde el enamoramiento hasta la consumación del matrimonio no pasarán ni veinticuatro horas. Esta es la primera vez que el joven da órdenes a su empleado y guía; como acuciado por el amor repentino que siente.
7,2-7 El narrador acentúa el tono familiar, consciente de la importancia que las relaciones de familia adquieren en el destierro.

7,9 Lavarse antes de comer es observancia legal. A la mesa se sientan los tres hombres; la mujer sirve, la muchacha espera.

7,11-12 Tercera visión del asunto del demonio: el narrador (3,17), Tobías de oídas (6,14-15). Ragüel habla del maleficio sin mencionar al demonio. Su informe no produce efecto porque el narrador lo ha desactivado de antemano. Con todo, es extraño que Tobías no diga que tiene el remedio en el bolsillo.

7,12b-14 La ceremonia de la boda está muy simplificada. El padre actúa de notario y también da la bendición. El documento escrito reemplaza los juramentos de los testigos.
"Marido y mujer": el griego dice "hermano y hermana", según el hebreo, por su uso atestiguado en Prov 7,4 y Cant. La versión de AB abrevia la escena, la Vulgata la amplifica.

Si Ragüel teme seriamente por la vida de su sobrino, la ceremonia tiene una ironía trágica, macabra. En efecto, ¿qué significa "de hoy para siempre... llévala enhorabuena a casa de tu padre"? No se diría que está nombrando un nuevo candidato para una muerte probable e inminente. Ni el hecho de cumplir la ley de Moisés ni la voluntad de Dios bastan para tranquilizarlo.

7,16-17 La madre entra en el juego: ¿está preparando una alcoba nupcial o una cámara mortuoria? Son bien poco unas lágrimas y una jaculatoria.


TOBÍAS. CAPÍTULO 6.

El viaje

61Cuando salieron el muchacho y el ángel, el perro se fue con ellos. Caminaron hasta que se les hizo de noche, y acamparon junto al río Tigris. 2El muchacho bajó hasta el río a lavarse los pies, y un pez enorme saltó del río intentando arrancarle un pie. 3Tobías dio un grito, y el ángel le dijo:
-¡Agárralo, no lo sueltes!
4Tobías sujetó al pez y lo sacó a la tierra. Entonces, el ángel le dijo:
-Ábrelo, quítale la hiel, el corazón y el hígado, y guárdalos, porque sirven como remedios; los intestinos, tíralos.
5El chico abrió el pez y juntó la hiel, el corazón y el hígado; luego asó un trozo del pez, lo comió y saló el resto.
6Siguieron su camino juntos hasta llegar a Media.
7Entonces Tobías preguntó al ángel:
-Amigo Azarías, ¿qué remedios se sacan del corazón, del hígado y de la hiel del pez?
8El ángel respondió:
-Si a un hombre o a una mujer le dan ataques de un demonio o un espíritu malo, se queman allí delante el corazón y el hígado del pez, y ya no vuelven los ataques. 9Y si uno tiene nubes en los ojos, se le unta con la hiel; luego se sopla, y se cura.
10Habían entrado ya en Media, y estaban cerca de Ecbatana, 11cuando Rafael dijo al chico: 
-Amigo Tobías.
Él respondió:
-¿Qué?
Rafael dijo:
-Hoy vamos a hacer noche en casa de Ragüel. Es pariente tuyo, y tiene una hija llamada Sara. 12Es hija única. Tú eres el pariente con más derecho a casarse con ella y a heredar los bienes de su padre. La muchacha es formal, decidida y muy guapa, y su padre es de buena posición.
13Luego siguió:
-Tú tienes derecho a casarte con ella. Escucha amigo. Esta misma noche hablará al padre acerca de la muchacha, para que te la reserve como prometida. Y cuando volvamos de Ragués hacemos la boda. Estoy seguro de que Ragüel no va a poner obstáculos ni la va a casar con otro. Se expondría a la pena de muerte, según la Ley de Moisés, sabiendo como sabe que su hija te pertenece a ti antes que a cualquier otro. De manera que escucha, amigo. Esta misma noche vamos a tratar acerca de la muchacha y hacemos la petición de mano. Luego, cuando volvamos a Reagués, la recogemos y la llevamos con nosotros a tu casa.
14Tobías le dijo:
-Amigo Azarías, he oído que ya se ha casado siete veces, y todos los maridos han muerto en la alcoba la noche de bodas cuando se acercaban a ella. He oído decir que los mataba un demonio, 15y como el demonio no le hace daño a ella, pero mata al que quiere acercársele, yo, como soy hijo único, tengo miedo de morirme y de mandar a la sepultura a mis padres del disgusto que les iba a dar. Y no tienen otro hijo que pueda enterrarlos.
16El ángel le preguntó:
-¿Y no te acuerdas de las recomendaciones que te hizo tu padre: que te casaras con una de la familia? Mira, escucha, amigo, no te preocupes por ese demonio; tú cásate con ella; sé que esta misma noche te la darán como esposa. 17Y cuando vayas a entrar en la alcoba, toma un poco de hígado y del corazón del pez y échalo en el brasero del incienso. Al esparcirse el olor, en cuanto el demonio lo huela, escapará y ya no volverá a aparecer cerca de ella. 18Cuando vayas a unirte a ella, levantaos antes los dos y orad pidiendo al Señor del cielo que os conceda su misericordia y que os proteja. No temas; que ella te está destinada desde la eternidad; tú la salvarás, ella irá contigo, y pienso que te dará hijos muy queridos. No te preocupes.
19Al oír Tobías lo que iba diciendo, Rafael, y que Sara era pariente suya, de la familia de su padre, le tomó cariño y se enamoró de ella.

Explicación.

6 El viaje. a) En la intención de Tobit, para cobrar el dinero. La cantidad justifica el largo viaje, y el riesgo queda conjurado por el guía de confianza. b) En términos de folclore, es un viaje de iniciación: superando obstáculos se hará adulto. Lo malo es que el ángel le va allanando los obstáculos. c) En la perspectiva del Éxodo. El "pez grande" en el Tigris parece una reducción del Mar Rojo visto como monstruo marino (cfr. Sal 74,13). El narrador no ha sabido explotar el tema. d) En el proceso narrativo. Hay una correspondencia o proporción: pez / Tobías = demonio / Sara. La primera victoria procura valor y medios para superar la segunda.

El ángel se ha puesto al servicio de Tobit para desbordar sus planes. Ana decía: vale más el hijo que el dinero; Rafael retuerce: vale más Sara que el dinero (cfr. Prov 18,22; Eclo 26,3; 36,29).

6,1 El perro no figura en la versión de AB. Retornará en el v. 11,4 y en el 11,9 de la Vulgata.

6,2 Según AB, el pez intentó devorar al joven. Muy selectivos eran los antiguos comentaristas que vieron en ese pez un tipo de Cristo.

6,8-9 La docta explicación de Rafael mira hacia delante, a un dato todavía no presente en la conciencia de Tobías, y hacia atrás, hacia lo que conoce demasiado bien. Parece usar como equivalentes "demonio" y "espíritu malo" (cfr. LXX: Dt 32,17; Sal 91,6; 96,5; 106,37; Is 13,21; 34,14 y 1 Sm 16,14.23).

6,11-19 Sara. El ángel se guardaba esta carta, cuando hacía el contrato con Tobit y durante el viaje con Tobías. Ahora la destapa sin dejar tiempo para preparativos, reflexiones ni arrepentimiento.

Aquí cambia de dirección el relato. Superando la equivalencia dinero / tierra, se impone otra clásica, tierra / mujer. La tierra de Canaán, habitada por demonios o ídolos (Dt 32,17; Sal 106,37), tierra que vomita o devora a sus habitantes (Lv 18,25; Nm 13,32), está destinada desde antiguo a Israel; cuando se cumpla el plazo (Gn 15,16), será limpiada y entregada a los israelitas, que la poseerán con toda su fecundidad y riquezas. De modo semejante s dirige Tobías hacia Sara. Y el ángel es el casamentero, especie de ninfagogo del novio (en vez de serlo de la novia). El ángel le dora la píldora al joven: si bien lo importante es cumplir un mandamiento de Moisés, la chica es guapa y rica. El joven, que de repente muestra estar informado sobre su prima, aprecia que cumplir esa ley es un acto arriesgado y heróico. Tobías no es un héroe. Sólo cuando Rafael le soluciona con toda sencillez el atroz problema, siente Tobías que de repente se ha enamorado de oídas de su pariente.

6,12 "Heredar": según la ley (Nm 36,9-10).

6,13 En ninguna parte del AT se lee que el marido haya de ser el más próximo dentro de una serie (sólo en caso del levirato), y jamás se menciona la pena de muerte para los transgresores. Ni siquiera Esdras llegó a tanto con su celo reformador: el delito era casarse con no israelitas y la pena era exclusión de la comunidad. Por implicación, Ragüel no sale bien parado de esta explicación del ángel.

6,14-15 Tobías objeta, declina, alegando deberes de piedad familiar (3,8.10).

6,15 Gn 37,35.

6,16-17 Como Tobías apelaba al posible disgusto de los padres, Rafael apela al mandato paterno (4,12 de AB). Pero argumenta como si no hubiera más muchachas casaderas en el clan.

La Vulgata introduce aquí la continencia de las tres primeras noches; doctrina que hizo pensar y discutir a comentaristas y moralistas de otros tiempos.

6,18 La idea de una esposa "destinada" para alguno se lee en Gn 24,14; "destinada desde la eternidad", es novedad del presente texto. Como si un destino eterno gravitase de repente sobre la conciencia de Tobías, desbancando el pensamiento de la ley y conjurando temores. Él será el salvador de ella al conducirla a su destino.

6,19 El paso del miedo mortal al entusiasmo del amor sucede en el espacio  de tres versos.




TOBÍAS. CAPÍTULO 5.

El guía desconocido.

51Tobías respondió a su padre, Tobit:
2-Padre, haré lo que me has dicho. Pero ¿cómo podré recuperar ese dinero de Gabael, si ni él ni yo nos conocemos? ¿Qué contraseña puedo darle para que me reconozc y se fíe de mí y me dé el dinero? Además, no conozco el camino de Media.
3Tobit le dijo:
-Gabael me dio un recibo, y yo le di el mío; firmamos los dos el contrato, después lo rompí por la mitad y tomamos cada uno una parte, de modo que una quedó con el dinero. ¡Veinte años hace que dejé en depósito ese dinero! Bien, hijo, búscate un hombre de confianza que pueda acompañarte, y le pagaremos por todo lo que dure el viaje. Vete a recuperar ese dinero.
4Tobías salió a buscar un guía experto que lo acompañase a Media. Cuando salió se encontró con el ángel Rafael, parado; pero no sabía que era un ángel de Dios. 5Le preguntó:
-¿De dónde eres, buen hombre?
Respondió:
-Soy un israelita compatriota tuyo y he venido aquí buscando trabajo.
Tobías le preguntó:
-¿Sabes por dónde se va a Media?
6Rafael le dijo:
-Sí. He estado allí muchas veces y conozco muy bien todos los caminos. He ido a Media con frecuencia, parando en casa de Gabael, el paisano nuestro que vive en Ragués de Media. Ragués está a dos días enteros de camino desde Ecbatana, porque queda en la montaña.
7Entonces Tobías le dijo:
-Espérame aquí, buen hombre, mientras voy a decírselo a mi padre. Porque necesito que me acompañes; ya te lo pagaré.
8El otro respondió:
-Bueno, espero aquí, pero no te entretengas.
9Tobías fue a informar a su padre, Tobit:
-Mira, he encontrado a un israelita compatriota nuestro.
Tobit le dijo:
-Llamámelo, que yo me entere de qué familia y de qué tribu es, y a ver si es de confianza para acomparte, hijo.
Tobías salió a llamarlo:
-Buen hombre, mi padre te llama.
10Cuando entró, Tobit se adelantó a saludarlo. El ángel le respondió:
-¡Qué tengas salud!
Pero Tobit comentó:
-¿Qué salud puedo tener? Soy un ciego que no ve la luz del día. Vivo en la oscuridad, como los muertos, que ya no ven la luz. Estoy muerto en vida: oigo hablar a la gente, pero no la veo.
El ángel le dijo:
-Ánimo, Dios te curará pronto; ánimo.
Entonces Tobit le preguntó:
-Mi hijo Tobías quiere ir a Media. ¿Podrías acompañarlo como guía? Yo te lo pagaré, amigo.
Él respondió:
-Sí. Conozco todos los caminos. He ido a Media muchas veces, he atravesado sus llanuras y sus montañas; sé todos los caminos.
11Tobit le preguntó:
-Amigo, ¿de qué familia y de qué tribu eres? Dímelo.
12Rafael respondió:
-¿Qué falta te hace saber mi britu?
Tobit dijo:
-Amigo, quiero saber exactamente tu nombre y apellido.
13Rafael respondió:
-Soy Azarías, hijo del ilustre Ananías, compatriota tuyo.
14Entonces Tobit le dijo:
-¡Seas bien venido, amigo! No te enfades si he querido saber exactamente de qué familia eres. Ahora resulta que tú eres pariente nuestro, y de muy buena familia. Yo conozco a Ananías y a Natán, los dos hijos del ilustre Semeyas. Iban conmigo a adorar a Dios en Jerusalén, y no han tirado por mal camino. Los tuyos son buena gente. Bienvenido, hombre; eres de buena cepa.
15Y añadió:
-Te daré como paga una dracma diaria y la manutención, lo mismo que a mi hijo. 16Acompáñale, y ya añadiré algo a la paga.
17Rafael respondió:
-Lo acompañaré. No tengas miedo: sanos marchamos y sanos volveremos; el camino es seguro.
Tobit le dijo:
-Amigo mío, Dios te lo pague.
Luego llamó a Tobías y le habló así:
-Hijo, prepara el viaje y vete con tu pariente. Que el Dios del cielo os proteja allá y os traiga de nuevo sanos y salvos. Que su ángel os acompañe con su protección, hijo.
Tobías besó a su padre y a su madre y emprendió la marcha, mientras Tobit le decía:
-¡Buen viaje!
18Pero la madre se echó a llorar, y dijo a Tobit:
-¿Por qué has mandado a mi hijo? ¡Él, que era nuestro apoyo, que lo teníamos siempre cerca! 19El dinero no es más que dinero, es basura en comparación con nuestro hijo. 20¡Nos bastaba vivir con lo que Dios nos daba!
21Tobit le dijo:
-No te atormentes. Nuestro hijo ha marchado sano y salvo, y sano y salvo volverá. Lo verás con tus ojos el día que regrese sano y salvo. 22No te atormentes ni te apures por ellos, mujer, que un ángel bueno lo acompañará, le dará un viaje feliz y lo traerá sano y salvo.
23Ella dejó de llorar.

Explicación.

5,1 Tobía saldrá en busca del dinero como Saúl en busca de las borricas extraviadas (1 Sm 9). La versión AB es más escueta.
5,3 El texto griego resulta algo oscuro (cfr. Jr 32). El texto del contrato se rompía en dos partes, que debían coincidir y recomponerse a manera de contraseña y comprobación.

5,4 Compárese con Jue 13,16 y con Gn 28,16.

5,5 Compárese con Jos 5,13-14.

5,6 La distancia de dos días no responde a nuestros conocimientos geográficos; quizá el original fuera más exacto.

5,7-8 "Espérame aquí...": casi a la letra en Jue 6,18 y 13,15.

5,9 Es un momento de ironía dramática: Tobit averiguando si el ángel es persona de confianza.

5,10 Tobit se encuentra en la situación del anciano Isaac. Ceguera, tinieblas y muerte se sobreponen como en el Sal 88; véase también Sal 49,20. Nacer era venir a la luz, vivir era ver la luz de Dios. Por eso la ceguera es como una muerte en vida, sin esperanza de resurrección. "Dios te curará": paronomasia con el nombre de Rafael. Es otro momento de ironía dramática, pues para eso ha venido el ángel.

5,11-12 Preguntas y respuestas recuerdan otros casos: Gn 32,28-30 Jacob y el ángel; Jue 13,17-18 Manoj y el ángel.

5,12 Azarías significa Auxilio del Señor, Ananías Misericorida del Señor. En este punto algunos comentaristas antiguos se ponían a discutir si el ángel había mentido o no.

5,14 Al joven Tobías lo incitaba el ángel dejando caer al descuido el nombre de Gabael. Al anciano Tobit lo ceba con los recuerdos: de un Dios fiel y de unos israelitas fieles al culto en Jerusalén. Del "mal camino" en sentido moral se pasa al "buen camino" en sentido físico. "De buena cepa": nuevo momento de ironía dramática.

5,15 La dracma era moneda acuñada.

5,17 "Sanos y salvos": juega de nuevo con la etimología de Rafael. El camino: como en los textos citados de Ex y según Sal 91, 11-12. Por este servicio se repartirá Rafael con Cristóbal el patronazgo de viajeros y caminantes. "Que su ángel os acompañe" es el colmo de la ironía dramática.

5,18-20 Menos mal que la madre añade un poco de dramatismo a un desarrollo demasiado fácil y feliz. Ana vuelve a su papel de antagonista doméstica: se opone a la necesaria iniciación del hijo; rehusando el riesgo, no lo deja madurar.

5,21 Tobit ha ganado confianza con la intervención del ángel. Su ceguera suena en sordina cuando dice a la mujer "tus ojos lo verán".